.
.
CLASE 03/08/06:
Los tres niveles del contenido latente
La vía asociativa interna o del significado
La vía asociativa externa o del significante
La transformación en lo contrario
El acto sintomático
El goce precoz y lo indecoroso
Continuamos con el historial del Caso Dora. Freud en este caso hace un trabajo muy minucioso de interpretación de dos sueños. Aprovecharé entonces este caso para iniciar el comentario de los mecanismos de producción e interpretación onírica, cuestión esta que veremos en profundidad más adelante cuando leamos el texto específico titulado “La interpretación de los sueños”.
Freud definirá al sueño como un intento de realización de un deseo inconsciente. Este deseo inconsciente sería el contenido latente del sueño, que aparece elaborado y deformado en lo que llamará contenido manifiesto del sueño. El deseo inconsciente tiene que disfrazarse para poder emerger en el sueño.
Y la técnica de interpretación – arte onirocrítico – consistirá en develar los mecanismos o vías por las cuales se ha elaborado.
¿Tenemos que diferenciar entre el sueño como episodio original de contenido visual y el relato del sueño como episodio elaborado de contenido lingüístico? La evaluación que podemos hacer con los sueños es la misma que para cualquier recuerdo. El recuerdo siempre será un recuerdo elaborado. Sea el recuerdo de un hecho real o el recuerdo de un sueño. Siempre será elaborado. Tenemos que quedarnos con eso, es lo que hay.
Veamos el primer sueño de Dora. ¿Cuál es el contenido manifiesto? las palabras con las que ella cuenta el sueño. ¿Cómo se resumiría ese contenido manifiesto? “Su padre la salva de un incendio” Ahora veremos como Freud realiza su trabajo de develación para acceder al contenido latente. Nos guiará así a tres niveles progresivos: un primer nivel que es el del propósito consciente del sueño que tiene que ver con los llamados restos diurnos, es decir, con acontecimientos del día anterior; un segundo nivel que es el del deseo inconsciente actual; y por fin un tercer nivel que es el que remite al deseo inconsciente infantil.
Paralelamente Freud nos irá mostrando cuales son las vías asociativas de que se vale el mecanismo de elaboración onírica para deformar el contenido inconsciente y permitirle así aparecer disfrazado en el contenido manifiesto del sueño.
La vía principal que destaca sería una vía asociativa interna, es la que se vale del significado de las palabras, y que en este sueño utiliza un mecanismo específico que es la transformación en lo contrario. Un pensamiento inconsciente ha sido transformado en su contrario para así poder manifestarse.
Pero también veremos como Freud descubre una segunda vía asociativa, que él llama externa o meramente verbal, o simbólica, o alusiva, que es la vía del equívoco verbal o del puente verbal, de la polisemia. Esta vía se vale del elemento significante de la palabra.
La primera característica de este sueño es que es un sueño recurrente, que retorna periódicamente. Y que en los últimos días ha vuelto a reaparecer. Después veremos cómo esta reaparición durante la cura tiene un mensaje transferencial: las palabras del analista han despertado en ella algo que está siendo expresado vía el sueño. Este retorno de este sueño en estos días tiene que ver con el análisis, algo en el sueño le está sirviendo para expresar un contenido transferencial.
La técnica o arte onirocrítico requiere que el texto del sueño sea dividido en elementos, es decir, en significantes: una sílaba, una palabra, toda una frase. Aquí está un poco la pericia del oído del analista para hacer los cortes o escansiones significantes.
Con el sueño pasa lo mismo que con el síntoma o con cualquiera de las formaciones del inconsciente, esto es, lapsus, olvidos, ingenios, actos fallidos: son las palabras que el analizante utiliza para relatar dicha formación las que constituirán el material de análisis.
Me preguntan por los gestos corporales. ¿cómo los considera el psicoanálisis?
En este caso tenemos un ejemplo de interpretación de lo que Freud llama
acto sintomático: Dora juega durante una sesión con su pequeño bolso, abriéndolo y cerrándolo, metiendo y sacando un dedo de el, en un acto fuera de su atención consciente. Durante esas sesiones Freud ha estado indagando acerca de los recuerdos infantiles sobre su conducta masturbatoria. La interpretación que Freud hace de esos gestos corporales es el de una confesión de aquello que en su discurso consciente niega: el reconocimiento de su autoerotismo, apoyándose en el valor simbólico de un objeto vivalvo- pequeño bolso – por otro objeto vivalvo – genital femenino - .
El objeto y el acto sintomático adquieren valor simbólico dentro del contexto específico del discurso del analizante.
Siempre termina siendo un texto significante el que sirve de apoyo a la interpretación del gesto corporal. Se trata de gestos o actos que tienen el carácter de síntomas.
Y el síntoma – concretamente la conversión histérica- es la vía primera que Freud va a utilizar para la creación de su teoría y de su método.
Pero la vía que Freud va a privilegiar no es la mirada sino la escucha.
Algunas escuelas psicológicas se han especializado en las “fallas” corporales.
El psicoanálisis se ha especializado en escuchar las fallas significantes, sea en la palabra o sea en el síntoma. Un dolor en la pierna, por ejemplo, no se puede traducir con una significación universal, igual para todos los pacientes con dolor en la pierna. Estas fallas son escuchadas siempre como significantes singulares, personales.
Insisto, el psicoanálisis contempla la lectura significante de los gestos sintomáticos. Pero las vías de acceso al inconsciente, y los sueños son una vía privilegiada, remiten siempre al elemento positivo fundamental, que es el significante.
En este tema de la analizabilidad de los gestos corporales Freud se ha permitido algunas consideraciones. Pero Lacan es mucho más terminante al considerar el peligro de engaño imaginario que encierra la posición de la mirada y del cuerpo. Tendremos que esperar un poco más en el desarrollo de este curso para poder tener los conceptos necesarios que nos permitan sustentar su posición: por ejemplo los conceptos de lo imaginario, lo símbólico y lo real. O, desde otra perspectiva, diferenciar que es un acto, un acting-out, un pasaje al acto. Paciencia.
Seguimos con el sueño. Freud intentará rastrear, como hace con el síntoma, cuando apareció este sueño recurrente por primera vez.
Vemos un ejemplo de la escucha activa de Freud al subrayar una de las frases que Dora trae: “...por la noche puede pasar algo...”. Cuando Freud escucha una palabra ambigua que puede dar lugar a un equívoco, se detiene. Ya veremos a donde conduce la ambigüedad de esa frase.
La otra cuestión que Freud intenta develar es el cuándo, cuándo tuvo esos sueños.
Las asociaciones de Dora llevan a Freud a concluir que el sueño fue el efecto inmediato de la escena del lago, el sueño como reacción a aquel suceso.
Y a partir de nuevas asociaciones queda aclarado el primer nivel del contenido latente, que en este caso es un designio o propósito consciente: “no podré dormir tranquila hasta que no me encuentre fuera de esta casa”
Además de subrayar las palabras ambiguas y los equívocos verbales, Freud va a resaltar el puente verbal. Esto es algo muy interesante, que profundizaremos cuando veamos la llamada Psicopatología de la vida cotidiana, los olvidos, lapsus, los ingenios. Y también por supuesto en el análisis de los síntomas, todo el tiempo Freud está recurriendo a lo que él llama vías de asociación externa, al puente verbal o palabra maleta, es decir al significante que obra como un cambio de vía que permite arribar a diferentes significados, a la polisemia. El no habla de significante, no existe ese término en su jerga, el habla de vías de asociación externas a las que califica de “meramente verbales”, como si fueran un subproducto, ya que para él la vía principal es la interna o del significado, como veremos por ejemplo, en la técnica de transformación en lo contrario: la idea reprimida puede emerger en el contenido manifiesto del sueño transformada en la idea de significado contrario.
También se refiere a la vía asociativa externa como vía simbólica, esto es, lo que con Lacan llamamos determinación significante. Veamos un ejemplo en el que Freud juega con el significante: es en relación a la frase “cerrar una habitación” La lectura tenemos que hacerla en el idioma original, el alemán, para apreciar el juego de palabras que permite la vía asociativa externa, o simbólica, o significante. La palabra habitación – zimmer - en el sueño reemplaza a frauenzimmer término levemente desvalorizante de una mujer. El asunto es saber si una zimmer ( habitación – mujer) está abierta o cerrada.
Freud está aquí iniciando el camino que Lacan va a potenciar, el de la determinación significante. Así, dirá en el primer volumen de sus seminarios:”…intento responder a Freud, elucidar los fundamentos de su pensamiento; acentuaré lo que Freud no subraya, y que , sin embargo, está manifiestamente presente en su obra.”
Las asociaciones en relación al significante “cofrecillo” le permitirán a Freud arribar al segundo nivel del contenido latente:”este señor me persigue, quiere penetrar en mi habitación; mi cofrecillo corre peligro; si cedo a la tentación la culpa será de papá”.
Es interesante ver como construye la vía asociativa en relación al cofrecillo, siguiendo estas dos líneas, la del significado y la del significante.
- Dora asocia “cofrecillo” con “pendientes de perlas” ó “gotas de perlas”. Veamos la vía asociativa: el significante “cofrecillo” conecta con “pendientes de perlas” por desplazamiento metonímico, de continente a contenido.
- Además, “pendientes” conecta con “gotas” por polisemia, ya que el significante alemán utilizado remite tanto a uno como a otro significado. Este ejemplo y el anterior utilizan la derivación vía significante
- Freud deconstruirá otra derivación del elemento verbal “cofrecillo” a partir del sentido figurado, para designar los “genitales femeninos”. En este caso la elaboración onírica siguió la vía del sentido o significado
Veamos como ha trabajado la elaboración onírica con la técnica de transformación en lo contrario:
- el reproche “la culpa será de papá” es transformado en “papá me salva del incendio”
- la tentación de “ceder su cofrecillo a K” se corresponde a “K me regala un cofrecillo”
- su “deseo por el Sr. K” se deforma como “miedo al Sr. K”
- Dora se siente atraída por el Sr. K, lo que en sentido figurado se puede resumir como “su cofrecillo está que arde”, y también “su cofrecillo se está mojando”.
Dora también utiliza todo el tiempo la proyección, es decir, el poner afuera, el poner en el otro. Este mecanismo de proyección también podemos considerarlo como una variante de la transformación en lo contrario
Aquí la cuestión técnica que tenemos que despejar es: ¿siempre tenemos que interpretar la idea manifiesta por la idea latente de significado contrario? Lo que no tenemos que perder de vista es que esto no es válido para todo el discurso del paciente, sino sólo para las llamadas formaciones del inconsciente, cuando emerge el discurso fallido, la recriminación, el silencio, la duda, la reiteración; o en el discurso sobre los sueños, o sobre los síntomas, etc.
¿Y por qué el significado contrario y no otro significado cualquiera es el elegido para esta transformación? Aquí entran a jugar las leyes del lenguaje, porque el lenguaje se inscribe así, en pares de oposición; el significado se precipita siempre en paradigmas de oposición: blanco en oposición a negro, arriba en oposición abajo, etc. Lo reprimido no hace sino servirse de las leyes del lenguaje para lograr, disfrazado, su retorno.
Ya veremos en su momento como Lacan se vale de dos figuras de la retórica, la metáfora y la metonímia, para releer los dos mecanismos del sueño que Freud describe como condensación y desplazamiento.
Sigamos con la interpretación de este sueño. Otra técnica con la que trabaja la elaboración onírica es el mecanismo de sustitución:
- “Ud. está dispuesta a dar a su papá lo que su mamá le niega”.
- “Ud. está dispuesta a dar al Sr. K lo que la Sra. K le rehusa”.
Freud realiza una construcción final que apunta al tercer nivel del contenido latente, el deseo inconsciente infantil hacia el padre. Y dirá que con este sueño Dora expresa el apartamiento del hombre amado – el Sr. K – y el refugio en el viejo amor por papá.
Investigando en busca del motor del sueño, el deseo que proviene de la infancia, veamos como Freud utiliza como técnica de interpretación, a partir del significante “fuego”, la vía interna del significado y la vía externa de la alusión o simbolismo.
Interpretar un sueño es desandar las vías de elaboración o deformación:
- Fuego opuesto a agua
- Fuego --- abrasado de amor
- Agua --- mojarse ¿de amor?
- Jugar con fuego --- Mojar la cama
- Salvar el cofrecillo---- ¿para que no se queme? ¿para que no se moje?
- Por la noche podría pasar algo --- ¿mojar la cama?
Las asociaciones llevan a Dora al episodio infantil real del padre que la despierta - igual que en el sueño – para evitar que moje la cama, en sus episodios de enuresis.
Freud concluye así que el núcleo del sueño sería el siguiente: “La tentación es muy fuerte; protégeme, papá, como lo hacías cuando yo era niña para que no mojara la cama”
Entonces, recordemos los tres niveles de elaboración. Freud dice que para generar un sueño, un propósito consciente, como en este caso “huir”, no alcanza si no se apoya en un deseo inconsciente reciente que a su vez se tiene que apoyar en un deseo inconsciente remoto que marque una situación traumática. ¿Y cuál es la escena traumática infantil que Freud va a pesquisar en Dora? Tiene que ver con la enuresis, con esos episodios infantiles en los que ella mojaba la cama. Pero Freud como buen clínico ya reconoce que debajo de esa enuresis se encuentran episodios de masturbación infantil, de goce prematuro.
A la pregunta del analista sobre su masturbación infantil Dora lo niega. Pero días después dos actos sintomáticos le muestran a Freud un mensaje en clave: el primer acto sintomático consiste en jugar con su carterita bivalva. Y el segundo consiste en esconder una carta al entrar Freud.
-“¿Ud. quiere jugar al secreto conmigo? le pregunta Freud. “¿Cuál es el secreto que no quiere dejarse arrancar? ¿el de la masturbación?”
Veamos como responde Dora
- Niega que se masturbase
- La que se masturba es su prima que además sufre gastralgias
- Dora también sufre gastralgias, por consiguiente….
Esta línea de investigación está también en relación a la pregunta de Dora “¿cuál es la causa de mi enfermedad?” Y se responde echando la culpa a la enfermedad del padre. Ella había escuchado, espiado con las orejas, la existencia de una enfermedad venérea, una enfermedad indecente en el padre. Aquí tropezamos con una línea de determinación significante de mucho peso, y es que el apellido paterno es un significante que también remite semánticamente a algo indecoroso. Esta línea, por respeto al secreto profesional no fue desarrollada.
Dora suponía que había heredado la enfermedad y que su madre también se había contagiado.
Freud interpreta que la acusación al padre es la transformación en lo contrario de algo que ella se reprocha, que la causa de su enfermedad no es el padre sino su masturbación
¿La etiología del “Caso Dora” ha de buscarse en la masturbación infantil? Freud responde que habrá que revisar el concepto “etiología” en relación a las llamadas psiconeurosis. En cualquier caso especificará que los síntomas histéricos expresan en los niños un sustituto de la satisfacción masturbatoria; y en los adultos una insatisfacción de la libido.
Dora sustituyó la inclinación a masturbarse por la inclinación a la angustia o por síntomas respiratorios, como consecuencia de escuchar la relación sexual de los padres. El jadeo del coito puede inducir a síntomas de dificultad respiratoria: disnea, asma.
Otro ejemplo de puente verbal lo encontramos en el “catarro” que sufre Dora que remite por identificación tanto al catarro genital que sufre la madre como al catarro faríngeo que sufre el padre.
Hay otro elemento suplementario del sueño, que Dora había olvidado y que recuerda más tarde. Esta frase del contenido manifiesto que había sido olvidada, esto es, había sufrido una particular represión, es : “olor a humo”
¿Por qué este olvido más intenso? Esto la señala como un elemento de singular importancia. Freud interpretará el significante “humo” como un representante del analista, en tanto hace referencia a una frase que el utilizó con Dora: “donde hay humo hay fuego”.
Pero además “humo” remite a “fumadores”, esto es: el Sr. K, el padre y el mismo Freud.
A partir de estas dos referencias concluye Freud que el particular olvido del “olor a humo” obedece a que se enlaza con una representación de carácter sexual, esto es, el deseo de Dora de ser besada por Freud.
Y lo que Freud sólo vió más tarde es que en este elemento reprimido se gestaba ya el designio de Dora de huir de Freud, como había huido del Sr.K.
Veamos como se resume la interpretación final del primer sueño:
- Situación reciente disparadora del sueño: “el Sr.K está de pié junto a su cama”
- Repetición de una situación infantil: “el padre está de pié junto a su cama y la despierta….”
- Elemento reprimido: “….para no mojarse en la cama” es subrogado en su opuesto: incendio
- Mojarse remite a la enuresis, a la tentación sexual, al catarro vaginal, a las gotas o pendientes, que a su vez conduce al cofrecillo como subrogado de genitales femeninos: la tentación por el Sr. K
- Dora huye a refugiarse en su padre por angustia frente al hombre que la asedia y frente a su propio deseo de entregarse al Sr.K. El deseo motor del sueño es poner al padre como objeto de amor satisfaciendo así una inclinación infantil hacia el padre. Si Dora se ve impelida a reprimir su deseo sexual por K es porque esto se conecta con su prematuro goce sexual reprimido, esto es masturbación infantil, y sus consecuencias: enuresis, catarro, asco.
Freud lo que hace es apoyar el motor inconsciente remoto del sueño en lo que es el motivo infantil por excelencia que es la inclinación edípica de la hija por el padre.
Y el contenido particular de esta inclinación es lo indecoroso que hay en la historia del padre que a ella la marca: el apellido, la enfermedad del padre, el contagio a la madre.
La contingencia particular de Dora es su posicionarse ante el goce, de una manera precozmente activa
Podríamos entonces deducir, a partir de esta prehistoria de goce prematuro, que ante su goce actual a Dora no le quedaban sino dos caminos: o la satisfacción sexual, que la acerca peligrosamente a la idea de ser una mujer indecorosa; o la repugnancia sexual, que la conduce a la histeria.
.
David del Real: Cara (dulce chica)
.
CLASE 03/08/06:
Los tres niveles del contenido latente
La vía asociativa interna o del significado
La vía asociativa externa o del significante
La transformación en lo contrario
El acto sintomático
El goce precoz y lo indecoroso
Continuamos con el historial del Caso Dora. Freud en este caso hace un trabajo muy minucioso de interpretación de dos sueños. Aprovecharé entonces este caso para iniciar el comentario de los mecanismos de producción e interpretación onírica, cuestión esta que veremos en profundidad más adelante cuando leamos el texto específico titulado “La interpretación de los sueños”.
Freud definirá al sueño como un intento de realización de un deseo inconsciente. Este deseo inconsciente sería el contenido latente del sueño, que aparece elaborado y deformado en lo que llamará contenido manifiesto del sueño. El deseo inconsciente tiene que disfrazarse para poder emerger en el sueño.
Y la técnica de interpretación – arte onirocrítico – consistirá en develar los mecanismos o vías por las cuales se ha elaborado.
¿Tenemos que diferenciar entre el sueño como episodio original de contenido visual y el relato del sueño como episodio elaborado de contenido lingüístico? La evaluación que podemos hacer con los sueños es la misma que para cualquier recuerdo. El recuerdo siempre será un recuerdo elaborado. Sea el recuerdo de un hecho real o el recuerdo de un sueño. Siempre será elaborado. Tenemos que quedarnos con eso, es lo que hay.
Veamos el primer sueño de Dora. ¿Cuál es el contenido manifiesto? las palabras con las que ella cuenta el sueño. ¿Cómo se resumiría ese contenido manifiesto? “Su padre la salva de un incendio” Ahora veremos como Freud realiza su trabajo de develación para acceder al contenido latente. Nos guiará así a tres niveles progresivos: un primer nivel que es el del propósito consciente del sueño que tiene que ver con los llamados restos diurnos, es decir, con acontecimientos del día anterior; un segundo nivel que es el del deseo inconsciente actual; y por fin un tercer nivel que es el que remite al deseo inconsciente infantil.
Paralelamente Freud nos irá mostrando cuales son las vías asociativas de que se vale el mecanismo de elaboración onírica para deformar el contenido inconsciente y permitirle así aparecer disfrazado en el contenido manifiesto del sueño.
La vía principal que destaca sería una vía asociativa interna, es la que se vale del significado de las palabras, y que en este sueño utiliza un mecanismo específico que es la transformación en lo contrario. Un pensamiento inconsciente ha sido transformado en su contrario para así poder manifestarse.
Pero también veremos como Freud descubre una segunda vía asociativa, que él llama externa o meramente verbal, o simbólica, o alusiva, que es la vía del equívoco verbal o del puente verbal, de la polisemia. Esta vía se vale del elemento significante de la palabra.
La primera característica de este sueño es que es un sueño recurrente, que retorna periódicamente. Y que en los últimos días ha vuelto a reaparecer. Después veremos cómo esta reaparición durante la cura tiene un mensaje transferencial: las palabras del analista han despertado en ella algo que está siendo expresado vía el sueño. Este retorno de este sueño en estos días tiene que ver con el análisis, algo en el sueño le está sirviendo para expresar un contenido transferencial.
La técnica o arte onirocrítico requiere que el texto del sueño sea dividido en elementos, es decir, en significantes: una sílaba, una palabra, toda una frase. Aquí está un poco la pericia del oído del analista para hacer los cortes o escansiones significantes.
Con el sueño pasa lo mismo que con el síntoma o con cualquiera de las formaciones del inconsciente, esto es, lapsus, olvidos, ingenios, actos fallidos: son las palabras que el analizante utiliza para relatar dicha formación las que constituirán el material de análisis.
Me preguntan por los gestos corporales. ¿cómo los considera el psicoanálisis?
En este caso tenemos un ejemplo de interpretación de lo que Freud llama
acto sintomático: Dora juega durante una sesión con su pequeño bolso, abriéndolo y cerrándolo, metiendo y sacando un dedo de el, en un acto fuera de su atención consciente. Durante esas sesiones Freud ha estado indagando acerca de los recuerdos infantiles sobre su conducta masturbatoria. La interpretación que Freud hace de esos gestos corporales es el de una confesión de aquello que en su discurso consciente niega: el reconocimiento de su autoerotismo, apoyándose en el valor simbólico de un objeto vivalvo- pequeño bolso – por otro objeto vivalvo – genital femenino - .
El objeto y el acto sintomático adquieren valor simbólico dentro del contexto específico del discurso del analizante.
Siempre termina siendo un texto significante el que sirve de apoyo a la interpretación del gesto corporal. Se trata de gestos o actos que tienen el carácter de síntomas.
Y el síntoma – concretamente la conversión histérica- es la vía primera que Freud va a utilizar para la creación de su teoría y de su método.
Pero la vía que Freud va a privilegiar no es la mirada sino la escucha.
Algunas escuelas psicológicas se han especializado en las “fallas” corporales.
El psicoanálisis se ha especializado en escuchar las fallas significantes, sea en la palabra o sea en el síntoma. Un dolor en la pierna, por ejemplo, no se puede traducir con una significación universal, igual para todos los pacientes con dolor en la pierna. Estas fallas son escuchadas siempre como significantes singulares, personales.
Insisto, el psicoanálisis contempla la lectura significante de los gestos sintomáticos. Pero las vías de acceso al inconsciente, y los sueños son una vía privilegiada, remiten siempre al elemento positivo fundamental, que es el significante.
En este tema de la analizabilidad de los gestos corporales Freud se ha permitido algunas consideraciones. Pero Lacan es mucho más terminante al considerar el peligro de engaño imaginario que encierra la posición de la mirada y del cuerpo. Tendremos que esperar un poco más en el desarrollo de este curso para poder tener los conceptos necesarios que nos permitan sustentar su posición: por ejemplo los conceptos de lo imaginario, lo símbólico y lo real. O, desde otra perspectiva, diferenciar que es un acto, un acting-out, un pasaje al acto. Paciencia.
Seguimos con el sueño. Freud intentará rastrear, como hace con el síntoma, cuando apareció este sueño recurrente por primera vez.
Vemos un ejemplo de la escucha activa de Freud al subrayar una de las frases que Dora trae: “...por la noche puede pasar algo...”. Cuando Freud escucha una palabra ambigua que puede dar lugar a un equívoco, se detiene. Ya veremos a donde conduce la ambigüedad de esa frase.
La otra cuestión que Freud intenta develar es el cuándo, cuándo tuvo esos sueños.
Las asociaciones de Dora llevan a Freud a concluir que el sueño fue el efecto inmediato de la escena del lago, el sueño como reacción a aquel suceso.
Y a partir de nuevas asociaciones queda aclarado el primer nivel del contenido latente, que en este caso es un designio o propósito consciente: “no podré dormir tranquila hasta que no me encuentre fuera de esta casa”
Además de subrayar las palabras ambiguas y los equívocos verbales, Freud va a resaltar el puente verbal. Esto es algo muy interesante, que profundizaremos cuando veamos la llamada Psicopatología de la vida cotidiana, los olvidos, lapsus, los ingenios. Y también por supuesto en el análisis de los síntomas, todo el tiempo Freud está recurriendo a lo que él llama vías de asociación externa, al puente verbal o palabra maleta, es decir al significante que obra como un cambio de vía que permite arribar a diferentes significados, a la polisemia. El no habla de significante, no existe ese término en su jerga, el habla de vías de asociación externas a las que califica de “meramente verbales”, como si fueran un subproducto, ya que para él la vía principal es la interna o del significado, como veremos por ejemplo, en la técnica de transformación en lo contrario: la idea reprimida puede emerger en el contenido manifiesto del sueño transformada en la idea de significado contrario.
También se refiere a la vía asociativa externa como vía simbólica, esto es, lo que con Lacan llamamos determinación significante. Veamos un ejemplo en el que Freud juega con el significante: es en relación a la frase “cerrar una habitación” La lectura tenemos que hacerla en el idioma original, el alemán, para apreciar el juego de palabras que permite la vía asociativa externa, o simbólica, o significante. La palabra habitación – zimmer - en el sueño reemplaza a frauenzimmer término levemente desvalorizante de una mujer. El asunto es saber si una zimmer ( habitación – mujer) está abierta o cerrada.
Freud está aquí iniciando el camino que Lacan va a potenciar, el de la determinación significante. Así, dirá en el primer volumen de sus seminarios:”…intento responder a Freud, elucidar los fundamentos de su pensamiento; acentuaré lo que Freud no subraya, y que , sin embargo, está manifiestamente presente en su obra.”
Las asociaciones en relación al significante “cofrecillo” le permitirán a Freud arribar al segundo nivel del contenido latente:”este señor me persigue, quiere penetrar en mi habitación; mi cofrecillo corre peligro; si cedo a la tentación la culpa será de papá”.
Es interesante ver como construye la vía asociativa en relación al cofrecillo, siguiendo estas dos líneas, la del significado y la del significante.
- Dora asocia “cofrecillo” con “pendientes de perlas” ó “gotas de perlas”. Veamos la vía asociativa: el significante “cofrecillo” conecta con “pendientes de perlas” por desplazamiento metonímico, de continente a contenido.
- Además, “pendientes” conecta con “gotas” por polisemia, ya que el significante alemán utilizado remite tanto a uno como a otro significado. Este ejemplo y el anterior utilizan la derivación vía significante
- Freud deconstruirá otra derivación del elemento verbal “cofrecillo” a partir del sentido figurado, para designar los “genitales femeninos”. En este caso la elaboración onírica siguió la vía del sentido o significado
Veamos como ha trabajado la elaboración onírica con la técnica de transformación en lo contrario:
- el reproche “la culpa será de papá” es transformado en “papá me salva del incendio”
- la tentación de “ceder su cofrecillo a K” se corresponde a “K me regala un cofrecillo”
- su “deseo por el Sr. K” se deforma como “miedo al Sr. K”
- Dora se siente atraída por el Sr. K, lo que en sentido figurado se puede resumir como “su cofrecillo está que arde”, y también “su cofrecillo se está mojando”.
Dora también utiliza todo el tiempo la proyección, es decir, el poner afuera, el poner en el otro. Este mecanismo de proyección también podemos considerarlo como una variante de la transformación en lo contrario
Aquí la cuestión técnica que tenemos que despejar es: ¿siempre tenemos que interpretar la idea manifiesta por la idea latente de significado contrario? Lo que no tenemos que perder de vista es que esto no es válido para todo el discurso del paciente, sino sólo para las llamadas formaciones del inconsciente, cuando emerge el discurso fallido, la recriminación, el silencio, la duda, la reiteración; o en el discurso sobre los sueños, o sobre los síntomas, etc.
¿Y por qué el significado contrario y no otro significado cualquiera es el elegido para esta transformación? Aquí entran a jugar las leyes del lenguaje, porque el lenguaje se inscribe así, en pares de oposición; el significado se precipita siempre en paradigmas de oposición: blanco en oposición a negro, arriba en oposición abajo, etc. Lo reprimido no hace sino servirse de las leyes del lenguaje para lograr, disfrazado, su retorno.
Ya veremos en su momento como Lacan se vale de dos figuras de la retórica, la metáfora y la metonímia, para releer los dos mecanismos del sueño que Freud describe como condensación y desplazamiento.
Sigamos con la interpretación de este sueño. Otra técnica con la que trabaja la elaboración onírica es el mecanismo de sustitución:
- “Ud. está dispuesta a dar a su papá lo que su mamá le niega”.
- “Ud. está dispuesta a dar al Sr. K lo que la Sra. K le rehusa”.
Freud realiza una construcción final que apunta al tercer nivel del contenido latente, el deseo inconsciente infantil hacia el padre. Y dirá que con este sueño Dora expresa el apartamiento del hombre amado – el Sr. K – y el refugio en el viejo amor por papá.
Investigando en busca del motor del sueño, el deseo que proviene de la infancia, veamos como Freud utiliza como técnica de interpretación, a partir del significante “fuego”, la vía interna del significado y la vía externa de la alusión o simbolismo.
Interpretar un sueño es desandar las vías de elaboración o deformación:
- Fuego opuesto a agua
- Fuego --- abrasado de amor
- Agua --- mojarse ¿de amor?
- Jugar con fuego --- Mojar la cama
- Salvar el cofrecillo---- ¿para que no se queme? ¿para que no se moje?
- Por la noche podría pasar algo --- ¿mojar la cama?
Las asociaciones llevan a Dora al episodio infantil real del padre que la despierta - igual que en el sueño – para evitar que moje la cama, en sus episodios de enuresis.
Freud concluye así que el núcleo del sueño sería el siguiente: “La tentación es muy fuerte; protégeme, papá, como lo hacías cuando yo era niña para que no mojara la cama”
Entonces, recordemos los tres niveles de elaboración. Freud dice que para generar un sueño, un propósito consciente, como en este caso “huir”, no alcanza si no se apoya en un deseo inconsciente reciente que a su vez se tiene que apoyar en un deseo inconsciente remoto que marque una situación traumática. ¿Y cuál es la escena traumática infantil que Freud va a pesquisar en Dora? Tiene que ver con la enuresis, con esos episodios infantiles en los que ella mojaba la cama. Pero Freud como buen clínico ya reconoce que debajo de esa enuresis se encuentran episodios de masturbación infantil, de goce prematuro.
A la pregunta del analista sobre su masturbación infantil Dora lo niega. Pero días después dos actos sintomáticos le muestran a Freud un mensaje en clave: el primer acto sintomático consiste en jugar con su carterita bivalva. Y el segundo consiste en esconder una carta al entrar Freud.
-“¿Ud. quiere jugar al secreto conmigo? le pregunta Freud. “¿Cuál es el secreto que no quiere dejarse arrancar? ¿el de la masturbación?”
Veamos como responde Dora
- Niega que se masturbase
- La que se masturba es su prima que además sufre gastralgias
- Dora también sufre gastralgias, por consiguiente….
Esta línea de investigación está también en relación a la pregunta de Dora “¿cuál es la causa de mi enfermedad?” Y se responde echando la culpa a la enfermedad del padre. Ella había escuchado, espiado con las orejas, la existencia de una enfermedad venérea, una enfermedad indecente en el padre. Aquí tropezamos con una línea de determinación significante de mucho peso, y es que el apellido paterno es un significante que también remite semánticamente a algo indecoroso. Esta línea, por respeto al secreto profesional no fue desarrollada.
Dora suponía que había heredado la enfermedad y que su madre también se había contagiado.
Freud interpreta que la acusación al padre es la transformación en lo contrario de algo que ella se reprocha, que la causa de su enfermedad no es el padre sino su masturbación
¿La etiología del “Caso Dora” ha de buscarse en la masturbación infantil? Freud responde que habrá que revisar el concepto “etiología” en relación a las llamadas psiconeurosis. En cualquier caso especificará que los síntomas histéricos expresan en los niños un sustituto de la satisfacción masturbatoria; y en los adultos una insatisfacción de la libido.
Dora sustituyó la inclinación a masturbarse por la inclinación a la angustia o por síntomas respiratorios, como consecuencia de escuchar la relación sexual de los padres. El jadeo del coito puede inducir a síntomas de dificultad respiratoria: disnea, asma.
Otro ejemplo de puente verbal lo encontramos en el “catarro” que sufre Dora que remite por identificación tanto al catarro genital que sufre la madre como al catarro faríngeo que sufre el padre.
Hay otro elemento suplementario del sueño, que Dora había olvidado y que recuerda más tarde. Esta frase del contenido manifiesto que había sido olvidada, esto es, había sufrido una particular represión, es : “olor a humo”
¿Por qué este olvido más intenso? Esto la señala como un elemento de singular importancia. Freud interpretará el significante “humo” como un representante del analista, en tanto hace referencia a una frase que el utilizó con Dora: “donde hay humo hay fuego”.
Pero además “humo” remite a “fumadores”, esto es: el Sr. K, el padre y el mismo Freud.
A partir de estas dos referencias concluye Freud que el particular olvido del “olor a humo” obedece a que se enlaza con una representación de carácter sexual, esto es, el deseo de Dora de ser besada por Freud.
Y lo que Freud sólo vió más tarde es que en este elemento reprimido se gestaba ya el designio de Dora de huir de Freud, como había huido del Sr.K.
Veamos como se resume la interpretación final del primer sueño:
- Situación reciente disparadora del sueño: “el Sr.K está de pié junto a su cama”
- Repetición de una situación infantil: “el padre está de pié junto a su cama y la despierta….”
- Elemento reprimido: “….para no mojarse en la cama” es subrogado en su opuesto: incendio
- Mojarse remite a la enuresis, a la tentación sexual, al catarro vaginal, a las gotas o pendientes, que a su vez conduce al cofrecillo como subrogado de genitales femeninos: la tentación por el Sr. K
- Dora huye a refugiarse en su padre por angustia frente al hombre que la asedia y frente a su propio deseo de entregarse al Sr.K. El deseo motor del sueño es poner al padre como objeto de amor satisfaciendo así una inclinación infantil hacia el padre. Si Dora se ve impelida a reprimir su deseo sexual por K es porque esto se conecta con su prematuro goce sexual reprimido, esto es masturbación infantil, y sus consecuencias: enuresis, catarro, asco.
Freud lo que hace es apoyar el motor inconsciente remoto del sueño en lo que es el motivo infantil por excelencia que es la inclinación edípica de la hija por el padre.
Y el contenido particular de esta inclinación es lo indecoroso que hay en la historia del padre que a ella la marca: el apellido, la enfermedad del padre, el contagio a la madre.
La contingencia particular de Dora es su posicionarse ante el goce, de una manera precozmente activa
Podríamos entonces deducir, a partir de esta prehistoria de goce prematuro, que ante su goce actual a Dora no le quedaban sino dos caminos: o la satisfacción sexual, que la acerca peligrosamente a la idea de ser una mujer indecorosa; o la repugnancia sexual, que la conduce a la histeria.
.