"A mi juicio, el destino de la especie humana será decidido por la circunstancia de si el desarrollo cultural logrará hacer frente a las perturbaciones de la vida colectiva emanadas de la pulsión de agresión y de auto destrucción. (...) Sólo nos queda esperar que la otra de ambas potencias celestes, el eterno Eros, despliegue sus fuerzas para vencer en la lucha con su no menos inmortal adversario. Mas, ¿quién podría augurar el desenlace final? Freud, Malestar en la Cultura
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20090420

SEMINARIO I, CLASE 26:LA AGUDEZA VERBAL, METÁFORA FALLIDA


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David del Real: Paraíso



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CLASE 03/05/07

La brevedad es el alma del chiste
El ingenio verbal y la plasticidad significante
El placer del chiste: captura de goce
Técnicas verbales de elaboración significante
Técnicas intelectuales de elaboración significado


Hoy vamos a empezar “El Chiste en su relación con el inconsciente”. Es un texto relativamente menor dentro del abanico de temas que aborda Freud en sus diferentes escritos. Pero a partir de que Lacan empieza lo que llama la relectura de Freud, hay una serie de textos que son considerados clave. Y en sus primeros seminarios son textos que trabaja en profundidad, y uno de ellos es este texto. “El chiste…”, “ La Traumdeutung” y “Psicopatología de la vida cotidiana” son tres textos en los que Freud trabaja sistemáticamente cuestiones de la lingüística en las que Lacan se apoyará para formalizar su teoría de la determinación significante.
La teoría del significante es la piedra fundamental de toda la relectura de Freud. Y es en estos tres textos donde Freud se anticipa y expone cómo en todas estas formaciones están interviniendo mecanismos que se apoyan en las formas verbales y en oposición a los contenidos o significados.
En el capitulo dos Freud hace una descripción detallada de diferentes chistes en función de la técnica. Y las divide en dos grandes grupos: técnicas de elaboración del chiste que se apoyan en la forma verbal, esto es, en el significante; y técnicas del significado.

El concepto de “witz”, término que López Ballesteros traduce como chiste, también se traduce como agudeza, como ocurrencia, y que lo podemos comparar con lo que en Andalucía se conoce como “la gracia andaluza”.
La feliz condensación de dos palabras da lugar al “Witz”. Cuando vimos el olvido de palabras, destacamos que en lugar de la palabra olvidada aparecía una formación sustitutiva: un significante desaparece y en su lugar aparece un significante sustitutivo. En el chiste una de las técnicas es la siguiente: dos significantes son condensados y en su lugar aparece una neoformación significante.

Vamos a ver el ejemplo con el que Freud abre la técnica del chiste, a partir de un comentario de Heine, sobre el “famillonario”.
La situación es la siguiente: cuenta el poeta Heine que un burgés se vanagloria de sus relaciones con el opulento Barón de Rotschild, personaje característico de gran renombre. Cuenta este burgés que una vez el banquero lo trató como a un igual suyo, muy famillonariamente.
¿Para que nos sirve este ejemplo? Primero tenemos que concederle el crédito de que esto en alemán y en esa época tiene que haber sonado como un chiste. Esto le sirve a Freud para subrayar el mecanismo de condensación. Tenemos la condensación de dos significantes: familiar y millonario. Y surge una neoformación: “famillionario”.

Nos dirá Lacan que la condensación de los dos significantes se resume en una metáfora fallida. ¿Por qué fallida? El concepto de metáfora necesita para su validación que produzca un efecto poético, placentero, de sorpresa. Como dice Borges en su ensayo sobre Nathaniel Hawthorne:

“…es quizá un error suponer que puedan inventarse metáforas. Las verdaderas, las que formulan íntimas conexiones entre una imagen y otra, han existido siempre; las que aún podemos inventar son las falsas, las que no vale la pena inventar.”

¿En que se apoya la agudeza? En un significante de nueva formación que condensa dos términos, en una feliz condensación que hace reír. Ya veremos porqué.

En el caso de “famillonario” la superposición de familiar y millonario concilia una de los requisitos imprescindibles del chiste, y es que tiene que ser ahorrativo, comprimido.
Cuanto más comprimido es – la brevedad es el alma del chiste- más felizmente logrado será el chiste. Lacan dirá que el significante “millionair” solapa el significante “familiar”. Y viendo otros textos de Heine, Lacan concluye que el mecanismo inconsciente que esta alimentando este chiste - y por eso lo llamamos formación del inconsciente- es una historia de Heine con un familiar millonario, un tío suyo, quien frustró sus aspiraciones de casarse con su rica heredera. Entonces, el epíteto famillionair dirigido al Barón de Rotschild encubre al otro famillionair con el cual Heine mantiene una situación conflictiva.
Evidentemente en los chistes en general esto no es así, salvo en aquellos chistes en los que la brevedad es su mecanismo esencial, y en donde se pone en práctica un juego de palabras.
La mayoría de las agudezas consisten en lo que se llaman “retruécanos” que utilizan una palabra por otra, habiendo entre ambas una relación de polisemia; un mismo significante que remite a dos sentidos diferentes.
Una de las fuentes más abundantes del doble sentido, del equívoco, es lo sexual.

Freud nos habla del sofisma, una construcción retórica por la cual se intenta argumentar lógicamente una verdad, valiéndose de una argucia que oculta el desplazamiento o desvío dialéctico que cierra en falso la argumentación. Lopez Ballestero habla de “error intelectual”, cuando en realidad, de error nada, en el sofisma hay trampa argumental.
Freud tiene una larga colección de chistes sobre “alcahuetas” judías que se apoyan en el sofisma.

Hay otras agudezas que no necesitan recurrir a una formación significante nueva como era el caso de “famillonair”. Por ejemplo: “he viajado con el “tete a bêtte”, le está llamando animal al otro.
O el caso de la similicadencia, figura de la retórica que consiste en remplazar una palabra por otra en función de que tienen la misma sonoridad. Hay un ejemplo famoso en la literatura española: “entre el clavel y la rosa, que la reina escoja”
Y así sigue desgranando ejemplos en los que se ve cómo el material del chiste resulta de la elaboración de sílabas en donde se juega con intercambio o sumatoria de silabas, o alternando su orden. Pero en general de lo que se trata es que cuanto menos modificación hay, cuanto más ahorro de material hay, más efectivo es el chiste.
“Traduttore, tradittore” traductor es igual a traidor, porque todo traductor traiciona el original, no hay otra manera de traducir.
- “¿Cómo anda Ud.?” – le pregunta el ciego al paralítico.
- “Ya lo ve” – le replica el paralítico al ciego

En relación a la agudeza o ingenio verbal, lo que tiene que primar para nosotros es el carácter de materia maleable que tienen las palabras: la plasticidad significante. La palabra hace muchísimo más que comunicar.

La comunicación es una parte de la función del lenguaje; la otra es la posibilidad de jugar con las palabras, de hacer musicalidad, de inventar, de hacer ironías, alusiones, etc. Esta característica del material significante, que Freud se toma el trabajo, en este libraco de los chistes, de intentar hacer un catálogo exhaustivo, no son ni más ni menos que una prueba material, objetiva, científica de lo que es el elemento positivo, material, del inconsciente.

El inconsciente no es una cosa del orden de la metafísica. El inconsciente es positivo, material. ¿Cuál es la materialidad del inconsciente?: el significante, la plasticidad del significante, que es la que permite hacer los chistes, hacer los sueños. Y el mecanismo que el chiste y los sueños encierran y que Freud con su genio devela, es el de condensación y desplazamiento. Ya en términos de Lacan diremos que el inconsciente está estructurado como un lenguaje.

El placer del chiste radica en algo que tiene que ver con la brevedad, en algo que tiene que ver con una especie de completud; como si dijéramos, nuestra condición de seres de lenguaje nos ha hecho perder la inmediatez del animal con su objeto, nos ha hecho perder un goce. El chiste nos remite a un instante de goce en el que la completad es posible entre la demanda y la satisfacción. El animal no tiene ninguna mediatez, no tiene demanda; la demanda es mediatizar con palabras aquello que quiero. El animal no necesita mediatizar con palabras nada.
Lacan nos dirá que en el chiste se nos presentifica en un instante una sensación de completad en donde la satisfacción es inmediata. Y ahí se nos dispara la risa. Como si hubieses cumplido con el goce de lo prohibido.

Otra de las características del chiste es que tiene que ser entendible, es decir, compartido por la misma parroquia No todos los chistes te hacen reír, algunos son verdaderas agresiones. ¿Qué es lo que hace que un chiste produzca risa y no violencia?
No puede haber ningún atisbo de mala leche porque sino deja de ser un chiste. El secreto está en el arte de combinar los significantes: “…entre el clavel y la rosa, que la reina escoja.”
Estamos ejemplificando la capacidad del lenguaje de crear con los elementos de comunicación cotidiana algo que trasciende el nivel comunicacional: la gracia, la agudeza, el punto, la ocurrencia, lo inesperado risible.

Sería interesante que alguien trajera ejemplos de letras de raperos para ver si podemos entenderlo también dentro del mecanismo de formación de agudezas. Más lejos en el tiempo, los antiguos payadores rioplatenses, se enfrentaban guitarra en mano cantando las llamadas “relaciones”, versos improvisados con los que uno retrucaba instantáneamente lo dicho por el otro, en una sucesión sin fin.

Resumiendo
- podemos ver en la agudeza una formación del inconsciente
- la ocurrencia es un cruce privilegiado entre el psicoanálisis y la lingüística
- el “witz” freudiano ¿acto fallido o creación poética?

Las técnicas verbales del chiste: elaboración sobre el significante:
Condensar, comprimir, abreviar, ahorrar
- neoformación significante
- similicadencia por homofonía
- retruécano o juego de palabras

Las técnicas intelectuales del chiste: elaboración sobre el significado:
Desplazar, desviar, omitir, desconcertar, ironizar, aludir
- trampas lógicas o sofismas: desplazamiento por desatino, contrasentido, automatismo, etc.
- Condensación por unificación de demanda y respuesta
- Desplazamiento por representación antinómica: la ironía
- Desplazamiento por representación conexa: la alusión


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